
en un momento se consideraba un ser “racional y civilizado,
dueño de su voluntad y responsable de sus actos”,
pero según la idea planteada anteriormente se da a entender
que estamos lejos de considerarnos seres libres.
Actuamos y pensamos por determinados instintos, lo que
él llamaba ``pulsiones inconscientes´´.
El esquema de todas las pulsiones es siempre el mismo “pulsión, tensión, liberación, y placer”. Freud las clasificó en dos grandes grupos.
Ø Las pulsiones de thanathos
Ø Las pulsiones de eros.
Es decir:
Ø Los deseos eróticos- sexuales
Ø Los deseos agresivos
En la vida personal hay ciclos y etapas. En algunos ciclos es Eros -el instinto del amor- quien se hace más fuerte; pero también hay etapas en que el instinto de muerte se fortalece, como en una depresión, un odio intenso, o en los deseos de suicidio. También en la sociedad observamos estos ciclos. Una guerra, un genocidio, una persecución étnica o religiosa, son todas ellas una clara manifestación de la presencia de Thanatos. Lo importante con estos instintos es descubrirlos en la propia vida, ver en qué momento actúan, y favorecer siempre a Eros antes que a Thanatos.
El ser humano está lleno de deseos y se comporta tanto de manera agresiva (Thanathos) como amorosa (Eros). Esto se puede apreciar por ejemplo cuando tenemos una pareja, la forma en que te comportas en un principio es amorosa y leal , pero cuando la relación se está debilitando empiezan las peleas y pueden llegar a terminar agrediéndose tanto de forma física como psicológica.
En conclusión si el hombre desea alcanzar su fin último debe aprender a equilibrar el thanathos y el eros. Sólo a través de este equilibrio logrará la felicidad, este autor decía que todos los hombres nos comportemos como nos comportemos, lo hacemos por la misma razón: deseos inconscientes de placer y dolor, y la razón no es más que una estrategia más de nuestro inconsciente para alcanzar sus deseos.
Por un lado creo que el ser humano no solo tiende a buscar el placer, sino muchos otras cosas como su manera de pensar, su forma de ser, entre otros, busca su verdadero ser que es la suma de placer y razón.
Bien Noelia, correcta entrada.
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